y punto, no me interesa...*
Así es, hoy a sólo un mes de mi partida, les cuento que ya tengo mi renuncia redactada y lista para ser entregada en el momento preciso.Unos dirán "Felicitaciones", otros "Ojalá no te arrepientas", hay quienes incluso dirán "La loca esta renunció" pero la decisión es muy personal; ya está tomada y no hay vuelta atrás. Tengo mis razones, y les voy a contar sólo algunas de ellas...
Hace 200 años cuando se fundó la ULA (jajaja, Chiabe dejame hablar...) Ahora si; en serio, hace años trabajar en la ULA era un privilegio. Buen sueldo, estabilidad laboral, cantidad de beneficios realmente envidiable por otros, además de otras cosas buenas que tiene trabajar en cualquier Universidad pública. Pero los años pasan y Chavez no, así que la bien llamada Ilustre Universidad de Los Andes, viene palo abajo, en picada sin nada que la detenga. Con decir, que ya no hay plata ni para poner papel en el baño. Entonces, cuales son las esperanzas de los 20 años que me faltan en la ULA? Si en estos 10 años que vengo laborando, sólo he ascendido una vez y por medio de concurso. No les dió la gana de reclasificarme cuando hubo la oportunidad. Sin embargo, aproveché mi tiempo en otras cosas y por eso no llegué a tener el valor de renunciar, siempre había algo que me ataba. En el fondo, me gustaba trabajar allí. Recibía de vez en cuando ofertas para trabajar en otros sectores, pero no, siempre las rechazaba por cualquier excusa.
Recordar mis inicios en la Universidad me da mucha nostalgia, no sólo porque fue mi primer trabajo formal, sino por tanta gente que conocí y aún mantengo como buenos amigos, porque ganaba super bien, podía pasar el mes gastando, rumbeando y echandomelo encima en lo que me diera la gana.... ¡Que tiempos aquellos!
Por otra parte, tengo la opción de pedir un Permiso No Remunerado, pero algo me dice que no. No quiero dejar relaciones contractuales que me obliguen a regresar o pedirle permiso a la Universidad cuando quiera hacer esto o aquello. En resumen, hacer todo lo que estoy haciendo y tener que volver a la ULA con el cargo que tengo, es como querer detener un avión cuando ya ha despegado. O sea, entrégate que estás rodeada!
Así que hoy, no le tengo miedo a decir adiós, voy a hacer mi Maestría (que por cierto, me rechazaron el financiamiento) quiero trabajar en otra área, quiero trazarme metas más allá, desafiar a lo incierto.
La pregunta de las mil lochas es: ¿Acaso no piensas regresar? Sinceramente, no lo sé... Si nos provoca, si extrañamos lo in-migrable, si sacan a Chavéz, cualquier razón es buena para volver... Pero si se nos presentan oportunidades, si nos adaptamos, si todo va bien y hacemos de Chile nuestro hogar, allá estaremos. Hasta la próxima amigos!
Adiós mi ULA querida, gracias por todo lo bueno que me diste...
(*) Anécdota de mi hermanita menor cuando decía que se iba de la casa, a los 3 años.